El Sol
Ya que soy siervo del sol;

noche no soy, ni adorador de las noches, no hablaré de sueños.

Como mensajero del Sol y su interprete, secretos mensajes

tomaré de el y os traeré la respuesta.

Y ya que voy como sol,

brillaré sobre arruinados desiertos,

huiré de lugares habitados,

hablaré desiertas palabras.

Me parezco a lo alto de un árbol

lejos de la raíz:

si aun delgado en seca corteza,

hablaré de jugosa medula.

Aun siendo manzana seca

soy más alto que un árbol;

aunque trastornado,

digo palabras veraces!

Desde que mi corazón

sintió el perfume del polvo

de su entrada,

me avergüenzo hasta de su polvo,

no hablo si no de agua purísima!

Quítate el velo del rostro,

que el rostro tuyo es glorioso!

No permitas que yo tenga

que hablarte como por debajo de un velo!

Si tienes el corazón de piedra,

Yo estoy lleno de fuego cual hierro;

si tomas transparencias de cristal,

yo hablo de cáliz y de vino!

Ya que nací del Sol

como el Rey antiguo Qobàd,

no surgiré en la noche,

no hablaré de claror de luna.
Jalal ad din Rumi