lunedì 24 aprile 2006


No llores, chula mía,
si no me voy tristeando
y quiero irme cantando,
que el llanto me hace mal.

Alegres siempre fuimos,
y cuando vuelva quiero
que jalles tu ranchero
tan bueno y retozón.

Y digas que al marcharse
por lejos que se fuera
llevaba a su ranchera
prendida al corazón.

¡Ay ¡...!qué...caray!
(Adiós mi chaparrita)