lunedì 7 agosto 2006

La figlia del dottore é una maestrina

Mira hacia dentro, hasta dentro del corazón y busca allí tus sufrimientos.
No los encontrarás.
Porque el Cristo no tiene defecto, y el eres tu.
Si miras en el corazón de los demás tampoco encontrarás los defectos.
Porque el Cristo no tiene defecto, y el es el corazón de todas las personas.
Si nos paramos a mirar los defectos, estaremos identificando los demás con sus defectos psicológicos, como si ellos no fueran del Ser, de sus Seres.
Y si los identificamos nosotros que sabemos la diferencia entre Yo y Ser, entonces estamos equivocándonos.
Recuerda tu Ser, y los Seres de los demás.
Recuerda que su Ser también necesita su camino, y comprende su voluntad.